Las pipetas de repetición usan puntas especiales para los dispositivos de desplazamiento positivo denominados «puntas de jeringa». También se conocen como «capilares». Las puntas de jeringa contienen un émbolo de plástico interno que se extiende a lo largo de toda la punta. Cuando el volumen es 0, en el extremo del émbolo interno se bloquea el extremo abierto de la punta.
A medida que un usuario aspira el líquido, el extremo del émbolo se eleva y empuja el líquido hacia la punta. A diferencia de las pipetas de desplazamiento de aire más habituales, en estos modelos no hay aire entre el émbolo y el líquido, por lo que el pipeteo de desplazamiento positivo es conocido por la gran exactitud que ofrece.
Aunque las pipetas de desplazamiento positivo proporcionan una mayor exactitud al pipetear cualquier líquido, es importante tener en cuenta que las puntas de jeringa de desplazamiento positivo, con émbolos de plástico integrados en cada punta, suelen ser más caras que las habituales puntas de pipeta compatibles con las pipetas de desplazamiento de aire.