Las mediciones del pH dependen de la temperatura de la muestra. Se deben tener en cuenta los siguientes aspectos:
a. La influencia de la temperatura sobre la pendiente de un electrodo:
el electrodo de pH proporciona un potencial (mV) entre la semicelda de medición y la de referencia. El instrumento de pH de laboratorio calcula el valor del pH a partir de este potencial utilizando el factor que depende de la temperatura −2,3 * R * T / F, donde R es la constante universal del gas, T es la temperatura en grados Kelvin y F la constante de Faraday. A 298 K (25 °C), el factor es −59,16 mV/pH. Este proceso se denomina la pendiente teórica del electro a la temperatura de referencia (25 °C). A diferentes temperaturas, los valores de la pendiente pueden calcularse en consecuencia. P. ej.: −56,18 mV/pH a 10 °C, −58,17 mV/pH a 20 °C, −60,15 mV/pH a 30 °C, etc. El efecto de la temperatura sobre la medición del pH se corrige por la compensación automática (ATC) o manual (MTC) de la temperatura. Por lo tanto, es importante saber la temperatura de una muestra o usar una sonda de temperatura. Si la temperatura se establece de forma incorrecta, esto tendrá como resultado un error de 0,12 unidades de pH por 5 °C de diferencia.
b. La temperatura afecta al valor de pH de una muestra:
el valor de pH de la muestra cambia según la temperatura. Se trata de un efecto químico y, por lo tanto, es diferente en cada tipo de muestra. Este efecto no puede compensarse, solo se muestra el valor de pH real a la temperatura real. Por consiguiente, es importante comparar solo los valores de pH medidos a la misma temperatura.
Excepción: la dependencia de la temperatura del pH de muchas soluciones tampón comerciales se almacena en el instrumento. Como resultado, el electrodo se puede calibrar a diferentes temperaturas porque los potenciales medidos remiten de forma automática a 25 °C o 20 °C. Para aprovechar esta función, es importante seleccionar el grupo de tampones correcto y medir la temperatura durante la calibración.